Jornadas - 2023

Todos los días son al mismo tiempo diferentes e inherentemente iguales.

Estos últimos centenares de días —365, 730 o 1095— han sido diferentes para todos, pero también son una experiencia común que compartimos con el resto de la humanidad. El frenazo súbito de la pandemia, con sus encierros, sus incertidumbres y sus desesperaciones, dio al traste con todas esas rutinas que llevábamos años construyendo y nos forzó a enfrentar rutinas nuevas. Esta crisis inmensurable de la que todavía no terminamos de salir demostró que todos somos iguales (aunque algunos son más iguales que otros).

Jornadas es una colección de pinturas diferentes y al mismo tiempo iguales. Cada pieza resulta de una misma fórmula: pintar un degradado entre dos colores y exponerlo a los elementos, ya sea a la pintura en el piso del estudio o al sol y la lluvia en el patio. Este proceso de añejamiento le añade una pátina impredecible al trabajo mecánico y repetitivo de mezclar colores —un ejercicio básico de la práctica de la pintura— y hace que cada pieza única se vuelva sutilmente más única. Las parejas de colores, elegidos de una paleta limitada de 144 tonos, no son decisiones arbitrarias, sino que se combinan siguiendo las instrucciones de un programa de diseño paramétrico que también determina la posición y montaje de cada pieza. La instalación resultante, que llena completamente la sala, es a la vez un calendario, una bitácora, una red, una frazada y una marejada que conmemora el paso de esos días tan extraños. Entremezclados entre las 700 jornadas regulares aparecen 30 glitches: dibujos en pastel sobre lino que señalan esos días extraordinarios o particularmente espantosos que todos hemos tenido.

Como sucede con el cuerpo de trabajo de Andrea, Jornadas manifiesta su interés simultáneo por la fisicalidad de la pintura, su labor y su materialidad, y por los procesos digitales de visualización, diseño y producción. También es el resultado de una colaboración cada vez más próxima con Elías Mendoza como productor y Johan Navarro como programador.

La exhibición se complementa con otras piezas que igualmente resultan de la combinación de lo físico con lo digital, incluyendo una nueva serie de merengues. Con estos trabajos, Andrea continúa difuminando la línea entre los conceptos de la obra de arte y la mercancía seriada.

Darién Montañez - Curador


Fotografía: Frankie Andrade